OSTRERIA PORT VELL
















OSTRERIA PORT VELL
El proyecto consiste en la conversión de un local de 30m2 en una ostrería, ubicada en una esquina a escasos metros del Port Vell de Barcelona. El objetivo del diseño es amplificar al máximo el espacio y poner en valor la arquitectura existente, dando lugar a una nueva atmosfera donde lo antiguo y lo nuevo se fusionan.
Se potencia dos elementos de la estructura del edificio mediante la repetición de los mismos; en sentido vertical la elegancia formal de los arcos y en sentido horizontal la materialidad de las bigas de madera con vueltas catalanas.
Arcos:
La primera estrategia de diseño consiste en otorgar una amplitud visual a la ostrería, mediante espejos de grandes dimensiones colocados en las paredes perimetrales. Se consigue expandir el espacio, generando la percepción de que es cuatro veces mayor que la realidad. Al mismo tiempo, se crea una relación directa con la calle en el momento de estar sentado en la barra, dando la sensación de que todos los límites del local son ventanales.
Este recurso también permite transformar los tres arcos reales en una sucesión visual de cinco pórticos con dos arcos cada uno de ellos. Un espejo, de forma arqueada, oculta los espacios servidores del baño y almacén, originando un nuevo ritmo longitudinal a lo largo de la ostrería. El reto consiste en crear un porche interior completamente abierto al exterior, a través de dos grandes ventanales de hierro que proporcionan actividad desde la calle gracias a sus barras exteriores. La entrada al local tiene lugar desde un umbral, formado por una nueva arcada construida en fachada, y enmarcando tanto el inicio como el final de la experiencia sensorial del usuario.
Planos horizontales:
La segunda estrategia de diseño responde a todas las funciones necesarias, mediante un sistema de tableros de castaño que se funden con la arquitectura del edificio. El proyecto extrapola el lenguaje formal, material y estructural de las bigas de madera, que soportan las vueltas catalanas. De esta manera, los nuevos elementos entran en sintonía con lo antiguo mediante un concepto simple y unitario.
Los once planos horizontales adquieren diversos usos dependiendo de la altura en la que están colocados; a 110cm sirven como barras, mientras que en alturas superiores soportan las botellas, utensilios de cocina, productos de exposición y macetas de las plantas colgantes. La iluminación del proyecto enfatiza la unidireccionalidad de los tableros suspendidos entre arcadas, a través de tiras de led ocultas en las partes superiores e inferiores de los planos horizontales de madera.
Experiencia sensorial:
La ostrería entra en armonía con la arquitectura y estructura existente, formada por arcos y bigas, sin embargo, el objetivo principal es generar una sintonía con el usuario a través de una experiencia sensorial. La presencia de plantas colgantes, colocadas en una posición aparentemente aleatoria, provoca un dinamismo en el espacio. Una nueva atmosfera llena de naturaleza viva y madera proporciona un lugar confortable para degustar las ostras. La imperfección y tonalidad arenosa del microcemento de los muros adquiere diferentes matices a través de la luz, dando lugar a un escenario cambiante que promueve estimular sensaciones en el usuario.
Arquitecto: Román Izquierdo Bouldstridge
Promotor: Privado
Ubicación: Port Vell, Barcelona
Superficie: 30 m²
Año Proyecto: 2021
Año Construcción: 2021-2022
Fotografía: Adrià Goula